jueves, 24 de junio de 2010


32 AÑOS DE MAGIA !!!

El es de una especie irreverente,
que detesta la solidaridad.
Le gusta estremecerse en esa ciencia, de darse todo, en contra de los demás.
Carga un gesto promedio,
entre rudo y cordial,
simula ser hombre de mundo,
para humillar de local.
Se hamaca, esquiva el centro, pendula por la extremidad, y, en cuanto se queda quieto, se empieza a incomodar.
Cualquier indicio de brillo
él cree que es superstición,
con tal de no conectarse
esquiva cualquier emoción.
Y no está solo, no está solo,
no está solito.
Buscando una ropa, una capa, una armadura celestial, o algo que lo recubra, lo distinga de los demás.
Siempre y cuando lo esconda
de la mirada fatal:
¡No vaya a ser cosa que sepan
que te puede llegar a engañar!
Camina entre cardos y espinas,
en hielo, o hirviente carbón
y duerme en cama de clavos,
disfruta de cualquier dolor.
Piquetes de ojo, rencores de toda la sociedad; sospecha que todo conspira en contra de su vanidad.
Y no está solo, no está solo,
no está solito.
Tiene muchos... tiene muchos amiguitos.
Trata de mimetizarse
con gente de otro color,
se acerca a hormigas obreras
para probar su cañón.
Cuando se arrima a ellos,
humilde, como para ayudar,
los mira como desde lejos,
como si fueran de otro lugar.
De que vale su intransigencia, de que le vale pelear contra las injusticias del mundo, contra toda la inseguridad.
De qué le valen sus armas,
la sugestión de su voz,
si todos sabemos que esconden
un pobre y débil corazón.
Y no está solo, no está solo,
no está solito.
Tiene muchos... tiene muchos soldaditos.
Por eso detesta el arte,
delata otra realidad;
el caos, el dolor inmundo,
que trae ilegalidad.
El corazón en la mano,
o la lengua en la piel,
o una conciencia transparente,
que lo haga quererse querer.
Si al fin pudiera enjuiciarlo,
lo haría con severidad,
que se cargue encima, para siempre,
como yo, su pena capital.
Pero, un día, un viejo sabio lo vio escondido en mi sombra y, aunque no tiene perdón, si lo mato a él, me muero yo
si lo mato a él, me muero yo
si lo mato a él, me muero yo
Y no estoy solo, no estoy solo, no estoy solito. Tengo muchos... tengo muchos amiguitos

Y no esta solo- Bersuit

sábado, 19 de junio de 2010

Dímelo a mi

Aunque te veo otra vez
que hay en tus ojos, no sé
la oscuridad nos ha atravesado.
Pareces alguien a quien la vida no trata bien
y poco a poco son abandonados.

El dolor no se supera,
si tu corazón se cierra.
Pero hay algo que has olvidado
yo estoy contigo aquí.

Dímelo a mí
háblame de ti.
Yo te escucharé
porque quisiera entender esa pena que sientes crecer.
Dímelo a mí
qué es lo que no va bien
yo no te juzgaré.
Si hay una culpa, lo sé. Toda tuya no puede ser
Dímelo a mí.

El mundo gira al revés
tu futuro lo ves
como una nave entre tormentas.
Qué pena lo sé
pero no lo puedo creer
que no te quede sueños si no tengas.

Lloras lágrimas amargas
todo dentro te lo guardas
pero hay algo que has olvidado
yo estoy contigo aquí.

Dímelo a mí
háblame de ti
yo te escucharé
porque quisiera entender esa pena que sientes crecer.
Dímelo a mí
qué es lo que no va bien
yo te responderé
si tú te quieres curar
poco a poco te tienes que amar.

No te niegues la belleza
los amores que cultivas que van creciendo
siempre te querrán

Dímelo a mí
átame de ti
yo te escuchare
porque quisiera entender esa pena que sientes crecer.
Dímelo a mí
qué es lo que no va bien
yo te responderé
si tú te quieres curar
yo poco a poco te tienes que amar.

Dímelo a mí
Dímelo a mí


Te adoro :)

Eros Ramazzotti

miércoles, 9 de junio de 2010


Tumbas de gloria

Tu amor abrió una herida
porque todo lo que te hace bien siempre te hace mal
tu amor cambió mi vida como un rayo
para siempre, para lo que fue y ser.

La bola sobre el piano la mañana aquella
que dejamos de cantar.
Llegó la muerte un día y arrasó con todo,
todo, todo, todo un vendaval,
y fue un fuerte vendaval.

Algo de vos llega hasta mí
cae la lluvia sobre París
pero me escapé hacia otra ciudad
y no sirvió de nada,
porque todo el tiempo estabas dando vueltas y más vueltas que pegué en la vida para tratar de reaccionar
un tango al mango revoleando la cabeza como un loco
de aquí para allá, de aquí para allá.

Después vinieron días de misterio y frío,
casi como todos los demás
lo bueno que tenemos dentro es un brillante, es una luz que no dejar‚ escapar jamás.

Algo de vos llega hasta mí,
cuando era pibe tuve un jardín
pero me escapé hacia otra ciudad
y no sirvió de nada,
porque todo el tiempo estaba yo en un mismo lugar,
y bajo una misma piel y en la misma ceremonia
Yo te pido un favor, que no me dejes caer en las tumbas de la gloria.

Fito Páez