Me perdí, creo que andaba pensando. En que planeta andaba rumbeando, por que lugares llevaba mis pensamientos. Me volé, creo que andaba fumando. Baje otro sueño a la tierra, lo sople y le di forma. Sin darme cuenta que podía echarse a volar. Y hoy dejo a la vida seguir, librando todo al azar. Que sea el tiempo el que me arrime a algún lugar, no voy a correr porque si. Pero juro que si lo haría por ti, esa sonrisa la quiero para mí. Esa sonrisa es mi salvación.

RISAS
 

Dale, dale sopla el viento sur

dale, dale ya viene la luz.
Entre el humo me perdí
entre el humo te encontré

en tus ojos me mire

como sonríe aquella vez.
Siento esta fragancia

entrar al cuerpo y recorrer

desde lo alto, hasta los pies.
La felicidad no para de crecer

siento siento este calor.
Que quema en mí.
Que quema en vos.
Siento, siento este placer

de tomar tu mano y llevarte a correr.
Siento estas ganas de no volver a perder.
Siento estas risas que me regalas al volver.
Dale, dale sopla el viento

dale, dale ya viene la luz.
Dale dale dame tu sonrisa
Que multiplica la mía.
Dame eso beso 

que resucita mi vida.
Dame esa mano

para correr.
Dame tus sueños

para crecer.
Dame esos besos

besos de amor.
Dame esa sonrisa

que me enamoro.

Sentados en corro merendábamos besos y porros
Y las horas pasaban deprisa entre el humo y la risa.

La fiebre de un sábado azul
y un domingo sin tristezas.
 

Esquivas a tu corazón y destrozas tu cabeza.

 y en tu voz, sólo un pálido adios
y el reloj en tu puño marcó las tres.
El sueño de un sol y de un mar
y una vida peligrosa
 

Cambiando lo amargo por miel y la gris ciudad por rosas
te hace bien, tanto como hace mal
te hace odiar, tanto como querer y más.
 

Cambiaste de tiempo y de amor
y de música y de ideas
Cambiaste de sexo y de Dios
de color y de fronteras
 

pero en sí, nada más cambiarás
y un sensual abandono vendrá y el fin.
 

Y llevas el caño a tu sien apretando bien las muelas
y cierras los ojos y ves
todo el mar en primavera
bang, bang, bang
hojas muertas que caen,
 

siempre igual,
los que no pueden más
se van.

Con el corazón nuevo vuelve el capitán al barco con los pecados nuevos que las redes perdonaron quién sabe cuánto túnel del tiempo tiene que pasar sólo pensar le da mucho miedo al barrendero del mar, Con el crudo en las bodegas volveré a buscar, todo el tiempo vivido, que hemos perdido sin protestar, voy a probar primero al olvido, a lo ajeno, voy a pasar al retiro de un tiro al culpable de mi soledad; no sé qué quiero pero sé lo que no quiero, sé lo que no quiero, y no lo puedo evitar, puedo seguir escapando y aún lo estoy pensando, lo estoy pensando pero estoy cansado de pensar; el marinero del río, no tiene calor ni frío, la ciudad no tiene puerto, y se siente muy vacío (ay qué pena!), últimamente ha perdido su capacidad de sorpresa, en un vaso de cerveza caliente fue que se la olvidó; quiero elegir del mapa un lugar sin nombre adonde ir, será el lugar donde viva lo que quede por vivir (y eso es mucho tiempo!), por eso de cada viaje me traigo el equipaje perdido, por eso es que he decidido nunca olvidar, nunca olvidar; no sé qué quiero pero sé lo que no quiero, sé lo que no quiero, pero no lo puedo evitar, puedo seguir escapando y aún lo estoy pensando, lo estoy pensando pero estoy cansado de pensar; no sé lo que tengo, pero sé lo que no tengo, sé lo que no tengo, porque no lo puedo comprar, puedo seguir cantando, pero sigo esperando, sigo esperando pero estoy cansado de esperar. 

Se puede combinar felicidad con miedo. 

Debo ser el único que encuentra esa combinación imperfecta. 

Mientras mi sonrisa brota naturalmente en mi. Mientras mas momentos lindos vivo.

Al mismo tiempo siento miedo. 

Ese miedo a perder todo o el que genera la sensación de todavía no tener nada.

En el fondo creo saber el motivo de ese temor. 

Es que siento que falta una sonrisa. 

Que si me acompañaría en este instante borraría todo temor.

Gustavo Girardi

Muy despacito

Jardines de calma feroz, un sol de infinita paciencia, los locos cantan su canción y aplauden. Se acercan de a uno, de a dos se va formando la ronda, una enfermera tetona imita a una estrella de rock. Se ríen y del paredón el eco aplaude contento, el viejo dice que está bien vamos adentro. Andrés vení por favor, acompañame un poquito, dice uno sólo dame la mano. Muy despacito, sobre el abismo, volaré... 

Abajo el sol, abajo el sol, yo ver
Abajo el sol, abajo el sol, llover.

Y, si reía, él le daba la luna...