De la ausencia a la nostalgia se patina,en recuerdos que pudimos recordar.

Gracias por la amistad
y por la genialidad,
Por el mate con torta frita,
por el joint.
Por llevarme a un japonés por primera vez
por tu afecto y tu sinceridad.
Por ponerle armonía a la ciudad
por la mágica y perfecta melodía.
Y el embrujo de tu canto de pájaro cantor
que echó a volar.

Ese manicomio estaba lleno de problemas de frontera,
se hizo de día y los varones
lentamente caminan.

Me perdí en las rimas que rimaban con tu nombre. Me moje nuevo en esta lluvia siempre así. Hoy el día esta gris como mi alma. Hoy solo quiero poder dejar de pensar en ti. Y las horas van pasando y los días van mirando como camino por un rumbo sin fin. Me senté en la curva de la esquina, ahí donde doblan los sueños y el provenir. Me senté a mirar la gente caminar y yo ni la sombra tengo junto a mi. Veo siempre caer una gota y otra mas, veo el agua recorrer sin un rumbo normal. Seré como la lluvia que molesta a las personas, quisiera ser el sol que te ilumina a vos. Quisiera que fuéramos los días y las noches, quisiera que fuéramos una misma luz. El día se termina, habrá que regresar, sin rumbo marcado de nuevo al hogar. Ya se terminan las horas, ya es el final. Nuevamente en casa, tirado en el sofá. Solo me llevo tus rastros en mi mente, solo me acuesto a soñar. Solo se apaga de nuevo el final de un nuevo día vivido en soledad.  

Gustavo Girardi