FELIZ CUMPLE CHAVITO
viernes, 21 de febrero de 2014
viernes, 14 de febrero de 2014
Hace demasiados meses que mis payasadas no provocan tus ganas de reir. No es que ya no me intereses pero el tiempo de los besos y el sudor, es la hora de dormir. Duele verte removiendo la cajita de cenizas que el placer tras de si dejó, mal y tarde estoy cumpliendo la palabra que te di cuando juré escribirte una canción. Un dios triste y aburrido nos castigó, por trepar juntos al árbol y atracarnos con la flor de la pasión, por probar aquel sabor. El agua apaga el fuego y al ardor los años, amor se llama el juego en el que un par de ciegos juegan a acerse daño. Y cada vez peor y cada vez más rotos y cada vez más tú y cada vez más yo, sin rastro de nosotros. Ni inocentes, ni culpables. Corazones que destroza el temporal, carnes de cañón. No soy yo ni tú ni nadie, son los dedos miserables que le dan cuerda a mi reloj. Y no hay lágrimas que valgan para volver a meternos en el coche, donde aquella noche en pleno carnaval, te empecé a desnudar. El agua apaga el fuego y al ardor los años, amor se llama el juego, en el que un par de ciegos juegan a acerse daño y cada vez peor y cada vez más rotos y cada vez más tú y cada vez más yo, sin rastro de nosotros.
jueves, 13 de febrero de 2014
Y comprendió que era mejor reír, y comprendió que era mejor
olvidar. Y cargo todos los sueños en su corazón y sonrió. Sonrió día tras día,
sonrió al sol cuando el primer rayo de luz asomaba por la ventana, al día
cuando cruzaba la frontera de la puerta, sonrió al trabajo y a la rutina. Sonrió
a los lindos momentos, como así también supo tomar con calma los no tan buenos.
Sonrió también en su vuelta a casa, cuando el sol le dejaba el paso a la luna y
sonrió cuando nuevamente su cuerpo se deposito en la cama. Y realizo un acuerdo
coexistencial con el tiempo. Ni este lo iba a perseguir, ni él huir del tiempo.
Y sonrió nuevamente sabiendo que un día se encontrarían.
G.Girardi
miércoles, 12 de febrero de 2014
La vida no siempre sale como la planeamos y los sueños no
llegan cuando los necesitamos. Sentir, sentir esa angustia en el alma. Sentir
esa falta, necesitar ese abrazo, ese mimo al alma. Necesitar la sonrisa cuando
nos dormimos pensando en ella y abrimos los ojos y sonreímos a la mañana
sabiendo que tenemos ese motivo para tener el corazón en orbita. Una atmósfera
de alegría estamos esperando, pero todo parece estar cubierto de nubes que no
dejan lugar al sol. A un sol que estamos esperando hace rato, para que pinte nuestros días de colores.
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