sábado, 19 de julio de 2014


-De mí se dirá posiblemente que soy un escritor cómico, a lo sumo. Y será cierto. No me interesa demasiado la definición que se haga de mí. No aspiro al Nobel de Literatura. Yo me doy por muy bien pagado cuando alguien se me acerca y me dice: me cagué de risa con tu libro-

lunes, 14 de julio de 2014

demasiada camiseta

A tan solo un partido para que las gargantas queden afónicas y a solo siete minutos dentro del mismo partido de poder llevar al menos la definición a la lotería de los penales. Argentina perdió porque Alemania logro que la pelota tocara la red, muchas ilusiones se derrumbaron en ese instante y todos nos atragantamos el festejo. En un partido en donde hubo situaciones para convertir la caprichosa no quiso entrar y ahora solo resta esperar, de poco nos sirve el consuelo cuando las ganas del festejo y de ver al pueblo feliz el día de hoy no pueden ser llevadas a cabo. Ayer perdimos, pero se perdió con dignidad, sin una patada de más, sin grandes reproches entre los jugadores y con valentía.  Podríamos hacer varios análisis, hubo aciertos y errores, faltaron jugadores, todos somos técnicos, todos tenemos gustos y soy uno de ellos que tuvo cierta nostalgia a varios que no fueron convocados, aun así me aferre a los que estaban y los banque, mas aun en la final. Tampoco me gustaron ciertas posiciones, que ciertos jugadores no jugaran en sus puestos, lo mantengo y lo mantendría aun en un hipotético titulo mundial. Argentina que venia (supuestamente) a ofrecer un show de ataque y contundencia según la mayoría, perdió eso en el desarrollo del propio mundial y lo que parecía a priori ser su mayor problema (la defensa) termino siendo su mejor arma. El peso ofensivo se perdió ante las lesiones de Agüero y Di Maria y ante un Higuain, algo fuera de estado.  La defensa se consolido ante el acierto del cambio del primer central y los ingresos de Biglia y de un volante más en la línea media, contribuyeron a darle un poder defensivo en base al orden al equipo, siempre liderado por el gran Masche. Nos fuimos el último día y volvimos sin la copa, la pelota no quiso o no supimos hacerla entrar en el arco rival, y la vuelta olímpica se volvió a posponer. Así es este juego, a valorar la medalla y a seguir pensando que se puede. Pero necesitamos que la medalla se las cuelguen los que la merecen (los players) y no la dirigencia que solo esta y se cuelga las medallas de la conveniencia. 

Gustavo Girardi