jueves, 12 de octubre de 2017



QUEDÁNDOTE O YÉNDOTE


Y deberás plantar 
y ver así a la flor nacer 
y deberás crear 
si quieres ver a tu tierra en paz 
el sol empuja con su luz 
el cielo brilla renovando la vida 

Y deberás amar 
amar, amar hasta morir 
y deberás crecer 
sabiendo reír y llorar 
la lluvia borra la maldad 
y lava todas las heridas de tu alma 

De tí saldrá la luz 
tan sólo así serás feliz 
y deberás luchar 
si quieres descubrir la fe 
la lluvia borra la maldad 
y lava todas las heridas de tu alma 
este agua lleva en sí 
la fuerza del fuego 
la voz que responde por tí 
por mí... 

y esto será siempre así 
quedándote o yéndote.

Luis Alberto Spinetta

Remontar el barrilete en esta tempestad
sólo hará entender que ayer no es hoy
que hoy es hoy y que no soy actor de lo que fui.

sábado, 7 de octubre de 2017

Y recordó algo que le había dicho Bruno: que siempre es terrible ver a un hombre que se cree absoluta y seguramente solo, pues hay en él algo trágico, quizás hasta de sagrado, y a la vez de horrendo y vergonzoso. Siempre —decía— llevamos una máscara, una máscara que nunca es la misma sino que cambia para cada uno de los papeles que tenemos asignados en la vida: la del profesor, la del amante, la del intelectual, la del marido engañado, la del héroe, la del hermano cariñoso. Pero ¿qué máscara nos ponemos o qué máscara nos queda cuando estamos en soledad, cuando creemos que nadie, nadie, nos observa, nos controla, nos escucha, nos exige, nos suplica, nos intima, nos ataca?