“Viajar es una brutalidad. Te obliga a confiar en extraños y a perder de vista todo
lo que te resulta familiar y confortable de tus amigos y tu casa. Estás todo el
tiempo en desequilibrio. Nada es tuyo excepto lo más esencial: el aire, las horas de
descanso, los sueños, el mar, el cielo; todas aquellas cosas que tienden hacia lo
eterno o hacia lo que imaginamos como tal”. – Cesare Pavese