martes, 21 de febrero de 2023


 

Y ahora la pregunta sin respuesta o si pero sin ganas de escucharla o escucharlas porque puede que tenga varias de esas que nos llevan a reflexionar hasta que salga humito del cerebro, que nos hacen pensar y repensar para que todas esas conclusiones nos lleven nuevamente a la pregunta de fondo:¿Cuantas veces más insistir en lo mismo? Como si de allí obtuviéramos algo positivo cuando en el fondo: vos y yo sabemos que ahí no es. Pero nos vamos y volvemos en este “juego” de auto-tortura, nos vamos como quien se va de vacaciones y luego regresa al caos y nos urge otra pregunta ¿Cuándo irse para no volver? Para probar nuevas variantes, tomar nuevas rutas, que nos acerquen más a lo soñado; somos el animal que tropieza cuantas veces con la misma piedra. Porque en esta postura de no analizar las respuestas, nos evitamos el análisis profundo que provocaría el desgaste personal. Pero igualmente sabemos que todo análisis que ahora evitamos, posiblemente nos van a obligar a tomar la decisión que aun no tomamos, la de una vez por todas dar el portazo y salir volando.

 

Pd: no me refiero a un amor, me refiero a decisiones de la vida.


Gustavo Girardi


 FELIZ CUMPLE CHAVITO


 PLANTAS, RAICES Y BASURAL

Cortázar decía: “en algún lugar debe haber un basural donde están amontonadas las explicaciones” y que podría ocurrir el día que alguien explique también el basural. Quizás ahí radica el problema, nadie es capaz de explicar el basural, nadie es capaz de ir al fondo de la raíz. Somos una planta en un balcón castigada por el clima: calor, humedad, frio, lluvia, viento y así con todas las variantes climáticas posibles. Una planta abandonada en el balcón, a la “buena de dios”

Veamos; una planta podría ser afectada por esas variables o no, se preguntaran de que depende, depende de cómo estén de raíz. A veces podrán estar verdes, fuertes, con flores, otras tan solo verdes y fuertes pero sin flores. Algunas veces perderán el tono y estar más endebles y contar con algunas pocas flores que comienzan a secarse. La idea no es aburrir con las tantísimas variantes que podríamos encontrar a cerca de los estados de las plantas. Sino cometería el error de explayarme sobre lo superficial y como les venía diciendo el problema radica en la raíz (interior) y no en lo exterior.

Supongamos que somos una planta, nuestro exterior depende de nuestro interior y hoy a vos te pregunto: ¿Cómo estas de raíz? ¿Cómo se manifiesta tu exterior a causa de tu interior?

 

 

PD: Nos queda para otro capítulo analizar el interior, estudiar las diferentes raíces, sacar conclusiones, clasificarlas, etc. Buscar posibles soluciones en base a lo observado. Pero eso sería explicar el basural y por el momento me siento en el banco de Cortázar a esperar que otro lo haga.


Gustavo Girardi

lunes, 13 de febrero de 2023

Me gusta la gente sentipensante, que no separa la razón del corazón. Que siente y piensa a la vez. Sin divorciar la cabeza del cuerpo, ni la emoción de la razón.


 Julio Cortázar falleció un doce de febrero de mil ochocientos ochenta y cuatro 

 El Domingo de 1984 en que Julio Cortázar murió en París, la ciudad de Buenos Aires fue escenario de un hecho inédito en su historia: una invasión de mariposas. Al día siguiente, los científicos explicaron que una oleada de calor en una zona rural vecina originó una migración inicial de mariposas en busca de fresco, y que miles de ejemplares fueron acoplándose durante el trayecto, hasta que desembocaron en el centro porteño.

El fenómeno no se ha repetido, hasta hoy, pese a que ha habido veranos mucho más calurosos que aquel. Las crónicas, las notas y los comentarios publicados por entonces no relacionaron aquella alteración momentánea de la ecología de la ciudad con el deceso del escritor. Para casi todo el mundo se trató de una curiosidad científica o, en todo caso, una “nota de color” a la hora de conformar la agenda informativa de los medios, tan aburrida, en general, durante los meses de calor.

Para Cortázar hubiera sido normal no sólo porque amaba las mariposas desde su niñez (y eso consta en su obra) sino también porque la irrupción de los elementos fantásticos en la más rutinaria de las normalidades era una de las claves de su narrativa. Que una ciudad que amó a un escritor resultase invadida por los más hermosos insectos el día de su muerte fue una de esas causalidades que él buscó y atesoró durante buena parte de su existencia.