martes, 20 de agosto de 2024

 

Celebro la llegada de Felipe, quien crecerá rodeado de amor, en el seno de una familia maravillosa. Deseo que por las noches le lean las pequeñas historias del principito. Que cuando crezca, poco a poco, se asombre ante las ilustraciones del libro, así como de las puestas del sol.  Que este sea su primer y eterno libro de lectura, al que siempre retorne, al que siempre regrese y del que nunca se vaya. Que sea útil para entender el mundo, y lo nutra de enseñanzas. Que finalmente, al igual que el principito, comprenda el secreto de la vida, plasmado con tanta precisión,

 “… no se ve bien sino con el corazón, lo esencial es invisible a los ojos.”