sábado, 10 de julio de 2010


Lo que un día fue...

Yo sigo caminando como siempre
sin prisa entre la gente enloquecida

que parece que el mundo se termina

y corren sin parar de esquina a esquina.

Yo me detengo en el mismo banco

de aquel día que imagine que te tenía,

mirando a las palomas, al río

y el sol que reflejaba tu mirada

me da la luz que me daba la vida.


Imagine los pasos a tu lado

sentir que iba agarrado de tu mano,
soñé un viaje, que al fin fue mejor de lo que presentía.
Sentí ese abrazo como nadie la mañana de aquel día,
no puedo olvidarme de aquel beso

en esa plaza donde te soñe meses antes

yo le pedí al de arriba aquel entonces

ser el dueño de esa mirada radiante.


Y todos esos días que vivimos

creo que fue algo inolvidable

El viaje en la mañana a Rosario, el shopping

la tarde, el sol, el parque, el río.

El recital y lo que sabes

no hace falta que recuerde lo que olvide

todo en algún lado esta guardado.


Podría decir miles de cosas mas

mostrar mis justificativos

de algo que los dos compartimos,

de algo que buscamos desde siempre,

de sueños que puse en tus manos.

No estoy aquí para quitarlos o borrarlos

tampoco esto se trata de un reclamo

solo te digo no me pidas que comprenda

esta me daría tranquilidad si tu me comprendieras.


Perdón si alguna vez, una lagrima recorre mi mejilla

será que soy un mortal que recuerda:

los te adoro, los besos, los abrazos

aquella ultima tarde, el sol y tu risa

tu mirada, tu ultimo beso…la despedida.


Se que siempre fui el contigo,

que tuviste a cada instante de tu vida,

alguien que lo daba todo sin pedirte ni siquiera la verdad,

siempre tuviste este complice que vino sin que me necesitaras

porque concebí el mundo desde tus ojos y ellos me querían mirar...


Si alguna vez me cruzas por la calle

regalame tu beso y no te aflijas.

Si ves que estoy pensando en otra cosa

no es nada malo es que paso una brisa

la brisa de la muerte enamorada

que ronda como un ángel asesino.

Mas no te asustes siempre se me pasa

es solo la intuición de mi destino.


Las cosas se acomodan a su tiempo

las lágrimas del amor se olvidan

pero no me pidas que no deje de hablarte

ser el mismo que te tomaba cuando te caías,

el que reía a tu lado, el mismo loco enamorado
.


Estoy un poco loco, excúsame, por agobiarte.

algo quedó pendiente aquella vez,

si alguna vez te acuerdas y tienes ganas

ya sabes en donde buscarme.

Será mejor que me retire en este instante

aquí me tienes ya lo sabes

si algún día pasa algo,

bueno, malo o lo que sea,

pues no podría dejar de ayudarte.

Me gusta sentirte a mi lado

regálame tu sonrisa inolvidable.





Gustavo Girardi
Párrafo 6 Enrique Bunbury
Parrafo 7 Fito Páez

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