miércoles, 11 de julio de 2012

AD10S-GRACIAS
 
 Dicen los toreros 
Buena suerte, compañeros 
y no es tan fácil como decir: 
Solamente adiós.

Tenia ganas de escribir algo, pero hoy en día no me sale nada, quien sabe mas adelante pueda escribirle algo al diez. Pero quiero compartir esto que escribió Ángel Cappa que concuerdo totalmente en lo que dice. A vos Roman decirte que te vamos a extrañar mucho, sos y serás el mayor ídolo de la historia de Boca y sos junto con el Diego el mejor jugador que vi y veré en mi vida. Simplemente gracias por tanto fútbol. Aca les dejo lo que escribió Cappa sobre Roman.
 

Se apagó el faro

Por Ángel Cappa

El fútbol argentino se quedó sin luz. Ya todo está en tinieblas. Nos quedaba Román, a pesar de todo, pero ahora se fue. Cansado. Aburrido de tanto predicar en el desierto, de tanto amar a una pelota que no quiere casi nadie. Todos la tiran lejos. Él la iba a buscar y la consolaba acariciándola para volver a jugar. Pero en el fútbol argentino no se juega. Se pelea. Y Román no está para pelear, sino para disfrutar de un juego al que casi todos abandonaron hace mucho. Instalaron el resultadismo más berreta y chapotean alborotados cuando ganan, metidos hasta el cuello en una mediocridad que les viene como anillo al dedo porque es lo que usan como bandera. Como si ganar significara éxito y como si el éxito sirviera para tapar la mugre de un fútbol en franca decadencia. 
Pero nos quedaba Román, y no era poco. Era casi lo único que teníamos para que, de vez en cuando, nos acordáramos de la alegría que nos daba un partido de fútbol. Cuando todos corrían como locos, él frenaba para llegar antes, que de eso se trata y no de ser más rápido. Y era entonces cuando los críticos mas necios, con el atrevimiento insolente que da la ignorancia, lo llamaban lento. Los mismos que dicen que el fútbol de España los aburre, exponiendo sin pudor un desconocimiento y una insensibilidad a prueba de genios. 
Román era el último militante de un fútbol entendido como promesa de felicidad. Aguantó lo que pudo rodeado y hasta acorralado por la cultura de la inmediatez, que confunde la pausa con la lentitud y que sólo respeta al último ganador. Se apagó el faro que nos permitía reconocer, aun en la oscuridad del entorno, lo bueno de lo malo. Sin embargo, nadie puede acusarlo de habernos abandonado porque en realidad el fútbol argentino había abandonado a Riquelme hacía mucho. 
A un amigo mío le preguntaron hace tiempo, cuando Riquelme llegó al Barcelona, si él se adaptaría al fútbol europeo. "Los que se tienen que adaptar son todos los jugadores europeos a Riquelme -respondió- porque Riquelme juega como se debe jugar". No habían aparecido, todavía, Iniesta, Xavi, Busquets, Messi y todos los que juegan como le gusta a Román. Todavía se hablaba de "furia" en España. Como ahora en Argentina. 
"España juega como lo haciamos antes nosotros -dijo el Flaco Menotti cuando le preguntaron por el fútbol español- y lamentablemente nosotros jugamos como jugaba España antes". Por eso es lógico que Román se haya hartado y haya decidido irse a jugar donde pueda ser feliz. Se lo merece. Nosotros nos quedamos con todo lo que nos dio, con todo lo que nos enseñó. Sólo nos queda decirle "gracias Román". Te seguiremos donde estés. Un abrazo.

 GRACIAS DIEZ, ESTO NO ES UN ADIOS, ES UN HASTA LUEGO.

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