No queda más que viento
No hace falta cerrar los ojos para soñar, como así tampoco
para recordar. Se recuerda lo lindo y en un instante podemos traer a la mente
el presente de aquel momento que nos marco. ¿Recordamos por qué no queremos
olvidar? o ¿Por qué no estamos siendo felices y tenemos que buscar en el
pasado? Seria muy lindo no ser tan nostálgico y mucho menos cuando la nostalgia
es sobre personas que no tenemos en nuestro presente. Así es la visa supongo. Uno
en un instante revive su pasado y ese acto de recordar a aquella o aquellas
personas que hoy no están, nos damos cuenta que fueron situaciones inolvídales,
y ahora no forman parte de los días, pero es así, siempre es así. Hay que
esperar que brille el sol y mientras tanto:
no queda más que viento…
Gustavo Girardi
No hay comentarios.:
Publicar un comentario