lunes, 18 de marzo de 2024
El absurdo es que no parezca un absurdo -dijo sibilinamente Oliveira-. El absurdo es que salgas por la mañana a la puerta y encuentres la botella de leche en el umbral y te quedes tan tranquilo porque ayer te pasó lo mismo y mañana te volverá a pasar. Es ese estancamiento, ese así sea, esa sospechosa carencia de excepciones. Yo no sé, che, habría que intentar otro camino.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
Noventa y cuatro Hoy vi a mi abuelo sentado al sol, con sus noventa y cuatro años cargados a cuestas. Ya no tiene el mismo color de piel, p...
-
Una mañana atipica la de este viernes, caminando el viento me golpeaba en la cara y me recordó una frase: " Me gusta el viento. No s...
-
Algo se detuvo en punto muerto Y fue tan grande ese silencio, fue tan grande el desamor Restos de un navío que encallaba Yo te quise, yo t...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario