Caminar por Corrientes, entrar a un café para abrigarnos del
frio. En la mesa del fondo, vos y yo. Tanta gente afuera, pero mis ojos solo para
vos, mi cara reflejada en los tuyos. Palabras que van y vienen, alguna broma te hace sonreír y brotan tus
dientes blancos como las flores en primavera. Nos miramos y un silencio que nace
en esa mirada, mi boca con ganas de la tuya. Hay en mis labios un candado, que solo
de abre con la llave, que está en los labios de tu boca.
Gustavo Girardi