martes, 16 de junio de 2015

Nos damos cuenta que el mundo esta patas para arriba o al revés, y un señor Eduardo Galeano nos lo viene a poner al derecho: Qué tal si deliramos por un ratito qué tal si clavamos los ojos más allá de la infamia para  adivinar otro mundo posible. El aire estará limpio de todo veneno que no provenga de los miedos humanos y de las humanas pasiones. En las calles los automóviles serán aplastados por los perros la gente no sera manejada por el automóvil ni será programada por el ordenador ni será comprada por el supermercado ni será tampoco mirada por el televisor. El televisor dejará de ser el miembro más importante de la familia y será tratado como la plancha o el lavarropas. Se incorporará a los códigos penales el delito de estupidez que cometen quienes viven por tener o por ganar en vez de vivir por vivir no más como canta el pájaro sin saber que canta y como juega el niño sin saber que juega. En ningún país irán presos los muchachos que se nieguen a cumplir el servicio militar sino los que quieran cumplirlo. Nadie vivirá para trabajar pero todos trabajermos para vivir. Los economistas no llamarán nivel de vida al nivel de consumo ni llamarán calidad de vida a la cantidad de cosas. Los cocineros no creerán que a las langostas les encanta que las hiervan vivas. Los historiadores no creerán que a los países les encanta ser invadidos. Los políticos no creerán que a los pobres les encanta comer promesas. La solemnidad se dejará de creer que es una virtud y nadie nadie tomará en serio a nadie que no sea capaz de tomarse el pelo. La muerte y el dinero perderán sus mágicos poderes y ni por defunción ni por fortuna se convertirá el canalla en virtuoso caballero. La comida no será una mercancía ni la comunicación un negocio porque la comida y la comunicación son derechos humanos. Nadie morirá de hambre porque nadie morirá de indigestion. Los niños de la calle no serán tratados como si fueran basura porque no habrá niños de la calle. Los niños ricos no serán tratados como si fueran dinero porque no habrá niños ricos. La educación no será el privilegio de quienes puedan pagarla y la policía no será la maldición de quienes no puedan comprarla. La justicia y la libertd, hermanas siamesas condenadas a vivir separadas volverán a juntarse bien pegaditas espalda contra espalda. En Argentina las locas de Plaza de Mayo serán un ejemplo de salud mental porque ellas se negaron a olvidar en los tiempos de la amnesia obligatoria. La santa madre iglesia corregirá algunas erratas de las tablas de Moisés y el 6to mandamiento ordenará festejar el cuerpo. La iglesia dictará tambien otro mandamiento que se le había olvidado a Dios: amarás a la naturaleza de la que formas parte. Serán reforestados los desiertos del mundo y los desiertos del alma. Los desesperados serán esperados y los perdidos serán encontrados porque ellos se desesperaron de tanto esperar y ellos se perdieron por tanto buscar. Seremos compatriotas y contemporáneos de todos los que tengan voluntad de belleza y voluntad de justicia hayan nacido cuando hayan nacido y hayan vivido donde hayan vivido sin que importen ni un poquito las fronteras del mapa ni del tiempo. Seremos imperfectos porque la perfección seguirá siendo el aburrido privilegio de los dioses pero en este mundo
en este mundo chambón y jodido seremos capaces de vivir cada día como si fuera el primero y cada noche
como si fuera la última...

Eduardo Galeano

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